Hoy me percate de que olvide escribir ayer, martes... Prefiero ese día en la semana, todo fluye en los martes... ayer fue un día grandioso, y me concentre tanto en un caso, que olvide escribir!
Pero no lo siento tan negativo, el olvidar, de hecho, me da cierta alegre sorpresa descubrirme olvidando cosas: eso habla de que no estoy muy apegada a algo o alguien.
Cuando estamos liberando, estamos dejando de ser egoístas, dejando de ser dramáticos, dejando de ser victimas, y con ello, permitiendo que los demás al rededor nuestro sean libres de nosotros.
En la medida que liberamos, disponemos energías para concentrarnos en aquellas cosas que son verdaderamente importantes en el momento oportuno o especifico, y nos adecuamos para ello, con la entera certeza de que, una vez terminen también sera liberadas.
Agradezcamos a Dios (o como lo queramos llamar) por cada vez que olvidamos: El ha planificado cosas especiales para nosotros y esta aguardando porque nos concentremos en esas piedritas que coloca en nuestro camino!
Feliz Noche!
